JERUSALÉN.- La Policía israelí recomendó ayer abrir una acusación formal por corrupción contra el primer ministro del país, Benjamín Netanyahu, que volvió a negar cualquier delito. Tras más de un año y medio de investigaciones, la Policía dijo haber reunido pruebas suficientes para acusarlo de soborno, fraude y desfalco en dos casos diferentes. Sin embargo, es la Fiscalía quien debe de tomar una decisión definitiva sobre una eventual acusación.

“La Policía no decide, sino las autoridades judiciales competentes”, arremetió Netanyahu. El jefe de Gobierno puso además en duda la objetividad de los investigadores policiales en su recomendación. Se declaró inocente y criticó de “absurdas” las declaraciones en su contra. “No estoy seguro de que la verdad salga a la luz”, señaló.

Las acusaciones se refieren a dos casos: en uno, la Policía lo acusa, junto a su mujer Sara y a su hijo Yair, de aceptar de regalos de empresarios por unos U$S 282.700. El otro ser refiere a la aceptación de Netanyahu de un presunto soborno del editor de un diario para defender los intereses de su grupo mediático. Según medios israelíes, la Policía recomendó también la imputación de ese editor y de uno de los empresarios.

No está claro que la recomendación lleve a una acusación formal por la fiscalía general pero aún si fuera el caso tampoco está claro que el primer ministro dimitiera. Algunos diputados de su partido Likud ya apuntaron que no renunciará si fuera acusado formalmente. Decenas de miles de israelíes salieron a las calles en los últimos meses pidiendo la dimisión del primer ministro. Netanyahu acusó a los medios de orquestar una “caza de brujas” para derrocar a la coalición gobernante más conservadora de la historia del país. (DPA)