Ricardo Zielinski abre las puertas del laboratorio del estadio Monumental únicamente para sus jugadores. Allí, primero les habla y recién después pasa a la formalidad de entregarles las pecheras a los titulares y suplentes. Hay variantes de nombres y también de estilos. El 4-4-2 entra a formar parte del segundo plano en la escala de valores de la práctica formal de fútbol.

El “Ruso” piensa en un equipo elástico, a partir del dibujo. A priori parece que defiende con tres, por cómo se los ve parados a Jonathan Cabral, Rafael García y a Nahuel Zárate. En realidad, los volantes son los que hacen la diferencia. Atacando, Atlético queda con un 3-1-3-2-1, pero defendiendo, el dibujo plantea un 5-3-1-1.

Igual, independientemente de cómo se ubiquen en la cancha, lo único que no negocia el grupo es el sacrificio. Se piensa en la final de la Copa Argentina del 9 de diciembre con River, sí, pero también en que hay que recuperar los puntos perdidos contra Arsenal. El 0-0 en 25 de Mayo y Chile dejó un saldo negativo.

Ahora bien, respecto a ese encuentro, el que perdió su lugar su Francisco Grahl. Zárate, en función de zaguero y lateral zurdo lo ocupó. Luego hubo otras modificaciones, con el regreso del 4-4-2: Nicolás Romat pasó de lateral derecho y Guillermo Acosta como carrilero. Y afuera Zárate.

Hoy, en la penúltima sesión en la provincia, el “Ruso” seguirá puliendo y definiendo su idea.