La procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, presentó hoy su renuncia al cargo, que hará efectiva, según lo señaló, a partir del 31 de diciembre próximo, en un texto que dirigió al presidente Mauricio Macri, difundido por la página web del Ministerio Público Fiscal.

En la carta dirigida a Macri, explicó los motivos de su salida: "estoy persuadida de que mi permanencia en el cargo redunda en decisiones que afectarán de manera sustancial la autonomía del Ministerio Público Fiscal".

El oficialismo intentó sin éxito el año pasado desplazar a la procuradora, pero no lo había logrado. Desde entonces, la relación entre los funcionarios nacionales y Gils Carbó se tensó aún más.

Muy afín al kirchnerismo, la jefa de los fiscales se encuentra procesada como coautora del delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública, por la compra de un edificio en la calle Perón al 600 para que funcionen las oficinas de la Procuración.

Por el inmueble se pagaron $ 43 millones y se abonaron comisiones que rondaron los $ 10,7 millones. A ella le trabaron un embargo por $ 7 millones.

El ministro de Justicia, Germán Garavano, dijo esta mañana que era necesario un cambio en la Procuración General e hizo hincapié en que una vez que se haga efectiva la dimisión, Gils Carbó perderá fueros y otras prerrogativas especiales que tenía ante la Justicia.