Hace 51 años, Tomás Gutiérrez Olea estrenó en La Habana “La muerte de un burócrata”, película que se transformó en una referencia del nuevo cine cubano tras la revolución de Fidel Castro y que potenció el género de la sátira cómica con elementos de humor negro.

La película será proyectada hoy a las 21 por La Linterna Mágica, en la Sociedad Sirio Libanesa (Maipú 575), con entrada libre y gratuita. Todo gira alrededor de un obrero que es enterrado con su carnet laboral por sus méritos como trabajador, pero su viuda no puede cobrar la pensión si no presenta ese documento, lo que deriva en situaciones que rozan el absurdo.

Hoy hay otras dos propuestas en cine clubes: a las 20.30, en la Alianza Francesa (Mendoza 257) continuará el ciclo dedicado al director canadiense Xavier Dolan con “Los amores imaginarios”, estrenada en el Festival de Cannes de 2010; y a las 21.30, en Patio Lorca (avenida Alem 222) se verá la segunda parte de “Érase una vez en América”, de Sergio Leone.