MADRID.- Un terremoto de enormes dimensiones sacudió hoy al fútbol español al conocerse la detención de su jefe, Ángel Villar, dentro de una operación anticorrupción que también se llevó por delante a su hijo Gorka y a su número dos, Juan Padrón.

El presidente de la Federación Española a las 4 de hoy (las 8 en España) en su domicilio por la Policía y siete horas después de un minucioso registro fue conducido a la sede federativa, en la localidad madrileña de Las Rozas, para seguir recopilando documentos.

La llamada"Operación Soule" se está desarrollando bajo la supervisión del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que estudia presuntos actos de corrupción de Villar y de su hijo Gorka, a los que se investiga por falsedad documental, corrupción entre particulares y apropiación indebida.

Las sedes federativas de Tenerife, Valencia, Ceuta y Meilla también fueron registradas en busca de más documentación valiosa para la investigación.

Todo partió de una denuncia en 2016 del Gobierno español, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), y las primeras investigaciones apuntan a supuestos tratos de favor de Villar a dirigentes de federaciones territoriales, usando arbitrariamente dinero de la RFEF para obtener apoyos incondicionales con vistas a su reelección como máximo mandatario del fútbol español.

Además, la Policía española sospecha que Villar habría promovido partidos entre la selección española y otros equipos con el fin de obtener "contraprestaciones para la contratación de servicios y otras relaciones comerciales en beneficio de su hijo Gorka, abogado especialista en derecho deportivo", según el auto judicial. (DPA)