Si vos fueras Messi, ¿dónde te casarías? Esa es la pregunta inevtible por estos días, desde que se conoció que Lionel Messi y Antonella Roccuzzo contraerán matrimonio. Y, como cualquier información que tenga como protagonista al máximo astro del fútbol, interesa todo: quién, quiénes, cuándo, cuánto, cómo y -sobre todo- dónde.

Es que por su talento en las canchas Messi es un poco de todo el mundo; no es solamente un pibe rosarino ni el ídolo del fútbol español. Messi es un ciudadano del planeta. Y es por eso que el dato sobre dónde será su boda es algo que nadie ha dejado de comentar. Podría hacerlo en las mejores playas de España, en un crucero en medio del océano, en un palacio, en una mansión inalcanzable en la cima de una montaña. Pero no. Messi se casa en Rosario, a pasitos del barrio donde se crió alimentado de sueños imposibles.

“La Bajada”

La calle 1° de Mayo corre en sentido inverso a la vida de Lionel Messi: nace en el Monumento a la Bandera, y recorre 38 cuadras hacia el sur, hasta terminar casi exactamente en la casa donde se crió el jugador de Barcelona, en el barrio apodado “La Bajada”. En esta ciudad a orillas del río Paraná, donde la gente todavía habla de que 20 cuadras “es lejos”, se celebrará una boda que no será un acontecimiento precisamenente barrial, sino mundial.

“La Bajada” le debe su nombre a la desaparecida estación del Ferrocarril de la Provincia de Buenos Aires, a unas tres cuadras hacia el este de la casa de la familia Messi, y era a mediados del siglo pasado un típico arrabal rosarino poblado por ferroviarios, con terrenos enormes separados por tejidos, lleno de plátanos, calles de tierra y veredas con pasto y zanjas. La calle 1° de Mayo al sur, de Uriburu hacia la casa de Messi, es más angosta que los pasajes Australia e Ingeniero Huergo, y hasta que nació el astro de Barcelona era un callejón de tierra por el que sólo podía pasar un auto y terminaba en un puñado de pasajes cortados por el campo del Batallón de Comunicaciones 121, que dejaba al barrio encerrado. Ese enorme campo era cruzado cada mañana y mediodía por el pequeño “Lio” para ir hasta la Escuela N° 66 General Las Heras.

Messi y sus amigos se metían por un hueco abierto en el tejido del campo del Batallón y salían por otro agujero del lado de Buenos Aires, hasta que un día fueron sorprendidos por un militar. “Nos retó y nos echó”, recuerda Cintia Arellano, una vecina y amiga de la infancia de Messi, en diálogo con Télam. Por esas calles entrecortadas por el campo del Batallón, el crack iba y volvía con su pelota, en una carrera tan accidentada como la propia calle 1° de Mayo.


A 10 minutos

El enlace entre Lionel y Antonella convocará a 260 invitados en el hotel del casino City Center, emplazado en el barrio Las Flores, al sur de esa capital. Dato aparte: es en esa zona donde está radicada la familia Cantero, líder de la famosa narcobanda rosarina “Los Monos”; por eso y por el interés masivo que tendrá el evento, contará con una organización celosa en cuanto a la privacidad y un dispositivo de seguridad riguroso.

En Rosario ya se palpita el evento del año, casi como si estuviera a punto de desembarcar una legendaria banda de rock o como si hubiera algún megaevento internacional. Y eso será, solo que se producirá a puertas cerradas. En el barrio y solamente con las personas más cercanas. ¿Humildad impostada? ¿Maquillaje de ídolo popular barrial? Difícilmente. “Lio” no necesita de esos montajes para que el mundo sepa quién es.

Para llegar desde la casa de los Messi hasta el hotel, que por estos días será de uso exclusivo de los novios, sus familias y sus invitados, hay que recorrer 40 cuadras, alrededor de 10 minutos en auto. Es en esa casa donde el capitán de la Selección argentina se recluye cuando necesita huir de las cámaras y los fans. Nadie lo ha dicho, pero no sería impensable que la noche de boda transcurra también en esa casa de barrio, justo donde termina la calle 1° de Mayo.