La estrella del pop Ariana Grande visitó ayer por sorpresa a sus jóvenes seguidores internados en un hospital tras el atentado al estadio Manchester Arena minutos después de que terminara un recital de la cantante.

En una imagen compartida en su cuenta de Instagram, la cantante aparece charlando con una seguidora durante su visita al Hospital Real Infantil de Manchester. El epígrafe de la foto es un ícono con forma de corazón de color amarillo. En otras imágenes aparece abrazando a los niños en sus camas y posando con las enfermeras de la planta.

El diario Manchester Evening News dijo que Grande llevó regalos y conversó con sus seguidores, incluida la niña de 10 años Jaden Farrell-Mann, quien sufrió fracturas en sus piernas entre otras heridas y ha sido sometida a dos operaciones.


"Jaden simplemente estaba ahí mirando televisión y ella entró. ¡Estaba absolutamente alucinada! Fue una total sorpresa", dijo Sharon, mamá de la pequeña, según citó el diario. "Se reunió con el Príncipe Guillermo hoy y luego entró aquí", agregó.

Grande regresó ayer a Gran Bretaña para participar mañana en el concierto One Love Manchester a beneficio de las víctimas. El espectáculo también contará con la participación de Coldplay, Justin Bieber, Miley Cyrus, Katy Perry, Pharrell Williams, Take That y Black Eyed Peas.

Los seguidores que asistieron al recital de Grande que fue blanco del atacante suicida podrán ingresar gratuitamente al concierto del domingo, que además será transmitido por la televisión británica.

Veintidós personas murieron y decenas más resultaron heridas en la explosión registrada la semana pasada tras el concierto de la artista en la ciudad inglesa. La mayoría de las víctimas son adolescentes.