El hospital Centro de Salud parecía la entrada del colegio Gymnasium. Ese que se reconoce fácilmente en la 25 de Mayo al 600 porque su vereda suele estar llena de alumnos que conversan y comparten antes o después de clases.

Así lucía anoche el centro asistencial: decenas de jóvenes lloraban y se unían en abrazos por la pérdida de un amigo: Matías Albornoz Piccinetti había fallecido cerca de las 23, a causa de la puñalada en el corazón que recibió durante una pelea en Barrio Norte.

Media hora después de haber comunicado la triste noticia, un centenar de personas, entre familiares, compañeros y padres de sus amigos colmaron la entrada de la guardia. Daba la impresión de que se había sellado un pacto de silencio: nadie hablaba, pero todos se consolaban entre sí.

En medio del frío y de los sollozos estaba Benjamín, el hermano más grande de Matías. Estaba sólo, con las manos en los bolsillos y con la mirada fija en el piso. “Hoy (por el sábado) era su cumpleaños. Él era grandioso”, le dijo a LA GACETA .

Si bien las declaraciones del chico fueron muy escuetas, agregó que su hermano era muy tranquilo y que no solía meterse en peleas.