Abraham Ezequiel Jalil juró que jamás había vendido droga y hasta tomó distancia de su padre: “creo que soy una víctima de él”, advirtió ante los jueces, en referencia a Daniel “Garra” Jalil, a quien las fuerzas de seguridad consideran líder de una banda que se dedicaría al narcomenudeo en el sur de la capital. Sin embargo, el Tribunal Oral Federal no creyó esta versión y lo condenó a seis años de prisión por ese delito; además, le revocó la excarcelación. La misma pena recibió el otro imputado del caso, Luis Alejandro Ruiz.
Ambos habían llegado a este juicio tras un allanamiento realizado en 2013. Los efectivos llegaron a una casa de San Luis al 1.600 para realizar un registro por un robo agravado; sin embargo, según el acta policial, allí encontraron estupefacientes. La versión de la fuerza es que los imputados salieron corriendo y uno de ellos arrojó una bolsa con más de dos kilos de cocaína a la casa de una vecina. En la vivienda hallaron otras tizas y algunos gramos de marihuana. Durante su declaración, Jalil dijo que no se encontraba en la vivienda. Afirmó que se estaba escondiendo en la casa de un amigo a la vuelta porque tenía un pedido de captura y que la Policía lo llevó de los pelos hacia allí. “El acta es perfectamente válida”, señaló el fiscal Pablo Camuña. “La versión que dieron los acusados no se sostiene lógicamente, es difícil de creer. Una persona que está siendo buscada no sale a ver qué pasa si escucha ruidos”, agregó. En cuanto a la droga, se sorprendió por la cantidad, mucha para un caso de narcomenudeo: “es un hallazgo inusual”, dijo. Poco después, el defensor Adolfo Bertini señaló que no se había logrado demostrar la culpabilidad de Ruiz: “dudas es todo lo que dejó el debate. No se ha conseguido conmover la duda que beneficia a mi defendido”. Luego, Juan Colombres Garmendia (h), en defensa de Jalil, pidió que se declarara nula la actuación. “Se ingresó una prueba ilegal, porque ningún testigo vio cómo la vecina devolvía la bolsa. Y hubo un solo efectivo que dijo que lo vio arrojarla”. Los jueces Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y Alicia Noli condenaron a seis años de prisión a cada uno. Además, revocaron las excarcelaciones de ambos (Ruiz estaba en prisión por otra causa) y se enviaron las actuaciones para que se investigue si el testigo Walter Díaz, amigo de Jalil, cometió el delito de falso testimonio.