El agua comenzó a bajar ayer en algunos sectores de La Madrid y, entre el barro y los charcos, aparecieron las postales más dolorosas. Los pobladores retornaron a sus hogares y encontraron con todas pertenencias arruinadas: muebles, electrodomésticos, ropa y decenas de cosas más estropeadas completamente por el líquido marrón que los obligó a salir a la ruta 157 para resguardar su vida. En las viviendas aún está visible el registro de la altura que alcanzó el desborde del río Marapa debido a las intensas precipitaciones en el sur tucumano y en Catamarca. Un equipo de LA GACETA recorrió las calles de La Madrid luego de una de las inundaciones más devastadoras que sufrió el pueblo.