Las intensas lluvias en el norte del país traen como consecuencia la crecida de los ríos que abastecen a los diques tucumanos. Así como el jueves pasado comenzó a rebalsar el dique Escaba, lo que obligó a abrir sus compuertas, hoy se dispuso la liberación de agua en el dique El Cadillal para descomprimir la presión en el embalse, informó a LA GACETA el director de Defensa Civil, Fernando Torres.

La medida se dispuso ante el crecimiento del caudal de agua que ingresa al embalse tucumano. "Sólo son 86 metros cúbicos por segundo que se liberan, muy poco para lo que contiene el dique", remarcó Torres, quien aprovechó para asegurar que con este volumen no hay peligro de una posible crecida del río Salí.