Pablo Lavallén, el entrenador que sucedió a Juan Manuel Azconzábal al mando de Atlético en los primeros días de diciembre, es por hoy el hombre del momento tras lograr la clasificación de su equipo a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Y ayer, el ex jugador de River generó una verdadera revolución en San Cayetano donde visitó la iglesia cristiana de La Restauración, ubicada en la esquina de Inca Garcilaso y pasaje Díaz Vélez.
Allí, los fieles que habitualmente concurren se vieron sorprendidos por la presencia del entrenador Decano, quien se mostró todo el tiempo agradecido por las muestras de afecto y participó activamente de la ceremonia.
En la salida, una multitud de niños se acercó para saludarlo y pedirle una foto, a lo que él accedió gustoso. El DT no fue el único que se hizo presente al templo; también estuvo el arquero Josue Ayala y su familia.
Pero, ¿el por qué de la visita de Lavallén? El entrenador de Atlético es un practicante del cristianismo, y en sus mensajes y declaraciones siempre están presentes sus creencias. Además, tras la victoria ante Junior, el entrenador había manifestado que iría a la iglesia a "agradecer por los favores recibidos de Jesucristo".
“Dios es mi pastor, nada me faltará”, escribió en su cuenta de Twitter, luego de agradecer a jugadores, hinchas y dirigentes por la alegría del jueves, mostrando su faceta religiosa que, como se ve, no la oculta ante sus jugadores.
Ateriormente, luego de la hazaña en Quito, Lavallén dijo: “Dios es justo”. Y así, cada vez que habla, una frase religiosa suelta.