Atlético logró una épica e histórica victoria por 1-0 ante El Nacional en el Estadio Olímpico Atahualpa, en Quito, y se clasificó para intervenir en la tercera fase de la Copa Libertadores de América.
Tras el histórico triunfo -y en plena madrugada-, un centenar de hinchas se movilizaron por las calles de la ciudad. Algunos pasaron por el estadio Monumental José Fierro, y desde ahí comenzaron a marchar en caravana hacia la plaza Indepedencia.
Las emociones no faltaron en el paseo principal de la ciudad. Amigos (y hasta familias) se fueron uniendo a los festejos hasta que se formó una ola celeste y blanca. Hubo cánticos, lágrimas y también se acordaron de San Martín. 
El gol de Atlético ante El Nacional llegó a los 19 minutos del segundo tiempo. Fernando Zampedri, el peligrosísimo e insistente delantero entrerriano, cabeceó a colocar y puso la pelota por encima del cuerpo del arquero Darwin Cuero para darle al Decano el merecido boleto y por el que tuvieron que sobreponerse a innumerables problemas durante la jornada, a tal punto que por llegar muy demorados a Quito hasta estuvieron a punto de quedar eliminados sin siquiera jugar.

Atlético logró una épica e histórica victoria por 1-0 ante El Nacional en el Estadio Olímpico Atahualpa, en Quito, y se clasificó para intervenir en la tercera fase de la Copa Libertadores de América.

Tras el histórico triunfo -y en plena madrugada-, un centenar de hinchas se movilizaron por las calles de la ciudad. Algunos pasaron por el estadio Monumental José Fierro, y desde ahí comenzaron a marchar en caravana hacia la plaza Indepedencia.

Las emociones no faltaron en el paseo principal de la ciudad. Amigos (y hasta familias) se fueron uniendo a los festejos hasta que se formó una ola celeste y blanca. Hubo cánticos, lágrimas y también se acordaron de San Martín. 

El gol de Atlético ante El Nacional llegó a los 19 minutos del segundo tiempo. Fernando Zampedri, el peligrosísimo e insistente delantero entrerriano, cabeceó a colocar y puso la pelota por encima del cuerpo del arquero Darwin Cuero para darle al Decano el merecido boleto y por el que tuvieron que sobreponerse a innumerables problemas durante la jornada, a tal punto que por llegar muy demorados a Quito hasta estuvieron a punto de quedar eliminados sin siquiera jugar.