Las relaciones entre las administraciones de los gobiernos de Benjamín Netanyahu, en Israel, y de Barack Obama, en los Estados Unidos, pasan por su peor momento en la historia. No se recuerda una crisis política así desde la fundación de ese estado en 1948.
El gobierno de Israel convocó a los embajadores de los países del Consejo de Seguridad de la ONU para censurarles su apoyo a la resolución que el viernes declaró ilegales las colonias judías, mientras la derecha nacionalista exige "anexionar" partes del territorio palestino ocupado de Cisjordania.
"De la información que tenemos, no nos cabe duda de que la Administración Obama estuvo detrás de su gestación, la apoyó, coordinó su redacción y exigió su aprobación. Hay dos alternativas: rendirse o soberanía. Rendirse y ceder lo hemos intentado desde hace 25 años. Ha llegado el momento de pasar a la soberanía", aseguró el primer ministro, Netanyahu, al comenzar la reunión semanal con su gabinete.
Uno tras otro, los representantes de China, Francia, Rusia, Gran Bretaña, España (que preside el Consejo este mes), Egipto, Japón, Ucrania, Uruguay y Angola visitaron a sus interlocutores en el Ministerio de Exteriores en Jerusalén para una "reunión de clarificación".
La oficina Netanyahu, también convocó al embajador estadounidense, Dan Shapiro, con la intención de "reprocharle" la abstención de su país en la ONU. Se trata de una convocatoria sin precedentes en la historia diplomática de estos dos aliados.
La crisis de la resolución
Aprobada por catorce votos a favor, ninguno en contra y la crucial abstención de Washington, la polémica resolución exige el cese "inmediato" y "completo" de los asentamientos judíos en el territorio ocupado de Cisjordania y Jerusalén Este e insiste en que la solución al conflicto de Oriente Medio pasa por la creación de un Estado palestino que conviva junto a Israel.
Esto condujo a un choque frontal entre Israel y el presidente Barack Obama, que está a punto de dejar el poder en manos del republicano Donald Trump. Netanyahu acusó al mandatario de "abandonar a su suerte" a Israel en una "resolución antiisraelí vergonzosa".
Las relaciones entre las administraciones de los gobiernos de Benjamín Netanyahu, en Israel, y de Barack Obama, en los Estados Unidos, pasan por su peor momento en la historia. No se recuerda una crisis política así desde la fundación de ese estado en 1948.

El gobierno de Israel convocó a los embajadores de los países del Consejo de Seguridad de la ONU para censurarles su apoyo a la resolución que el viernes declaró ilegales las colonias judías, mientras la derecha nacionalista exige "anexionar" partes del territorio palestino ocupado de Cisjordania.

"De la información que tenemos, no nos cabe duda de que la Administración Obama estuvo detrás de su gestación, la apoyó, coordinó su redacción y exigió su aprobación. Hay dos alternativas: rendirse o soberanía. Rendirse y ceder lo hemos intentado desde hace 25 años. Ha llegado el momento de pasar a la soberanía", aseguró el primer ministro, Netanyahu, al comenzar la reunión semanal con su gabinete.

Uno tras otro, los representantes de China, Francia, Rusia, Gran Bretaña, España (que preside el Consejo este mes), Egipto, Japón, Ucrania, Uruguay y Angola visitaron a sus interlocutores en el Ministerio de Exteriores en Jerusalén para una "reunión de clarificación".

La oficina Netanyahu, también convocó al embajador estadounidense, Dan Shapiro, con la intención de "reprocharle" la abstención de su país en la ONU. Se trata de una convocatoria sin precedentes en la historia diplomática de estos dos aliados.

Aprobada por 14 votos a favor, ninguno en contra y la crucial abstención de Washington, la polémica resolución exige el cese "inmediato" y "completo" de los asentamientos judíos en el territorio ocupado de Cisjordania y Jerusalén Este e insiste en que la solución al conflicto de Oriente Medio pasa por la creación de un Estado palestino que conviva junto a Israel.

Esto condujo a un choque frontal entre Israel y el presidente Obama, que está a punto de dejar el poder en manos del republicano Donald Trump. Netanyahu acusó al mandatario de "abandonar a su suerte" a Israel en una "resolución antiisraelí vergonzosa".