La vida le dio la posibilidad a Pedro Manuel Olalla de darse el gusto de jugar profesionalmente al fútbol, primero en Concepción FC, luego en Atlético y en el fútbol colombiano y ahora vivir con una pasión única el otro deporte que lo apasiona: el turf.

“Lo que pasa es que mi padre fue propietario y criador de caballos de carrera. Por eso, desde chico, nos inculcó el amor por los caballos. Tras dejar el fútbol y mientras mis ocupaciones personales me lo permiten, me llego hasta el hipódromo, máxime cuando se corre el Batalla. Lo bueno es que la pasión de la gente no decrece a pesar de la situación complicada que se vive en el país”, dijo quien tenía otro motivo para estar contento: junto a su esposa Mariela y su hija Wanda: apostó sus boletitos a Francés Net, el ganador del Batalla. Por esa causa, el “Oso” se volvió contento a La Trinidad, el pueblo sureño donde reside junto a su familia.

En otro lugar del predio hípico y demostrando que estaba viviendo una jornada de júbilo en familia, desde temprano, Rosa González junto a Mere Balborín y Lourdes Coronel, con su silla plegable, estaban viviendo el deporte que las apasiona. “Por varios motivos este día fue muy especial. Primero porque es el día de mi hija Mercedes y estoy participando de una fiesta que no tiene precio. Soy una persona que, todas las veces que vine al hipódromo, viví intensamente cada carrera y siempre me juego unos boletitos a los pálpitos que tengo o me entregan. Junto a la familia, en los últimos años, vinimos a alentar a los caballos que defendían los colores de la caballeriza Roisem”, dijo Rosa que lamentó que no haya habido tanta gente como en las anteriores ediciones del Batalla.