La concejal Graciela Suárez de Cano, del Frente para la Victoria, buscó ayer que el Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán tratara su proyecto para prohibir las fiestas electrónicas, tras la tragedia de Costa Salguero.

Para debatir sin el dictamen de comisiones, se deben alcanzar dos tercios de los votos. Sólo cinco ediles del FpV acompañaron la presentación porque David Mizrahi, de su mismo bloque, se había retirado.

"Esos jóvenes entraron a una fiesta con alegría y terminaron muertos. Eso nos motivó a hacer esta ordenanza”, explicó la también presidenta de la Comisión de Salud del Concejo Deliberante. El proyecto lleva las firmas de todos los ediles del FpV, a excepción de la de Juan Luis Pérez