La prensa británica considera que es el mejor intérprete de su generación y sus colegas afirman que es el mejor actor teatral del mundo. Se formó en la Real Escuela de Arte Dramático y como buen actor inglés se curtió en la Royal Shakespeare Company, donde ingresó a inicios de la década de los 80. Tiene dos premios Olivier y dirigió el teatro El Globo. En cine trabajó en “Anonymous”, “Initmidad” y “Caza al asesino”. Gana el Oscar por su trabajo en “El puente de los espías”, donde interpreta a Rudolf Abel, un agente soviético de inteligencia que fue una pieza clave en en las negociaciones mantenidas en plena Guerra Fría para la liberación del piloto Gary Powers. Favorito de la crítica, llegó a opacar a Tom Hanks, protagonista de la película de Steven Spielberg.