Chicos, adolescentes, adultos, mochileros, charlaban o miraban el paisaje, en clima relajado, a la espera de un buen fin de semana en los Valles. Pero el clima distendido en el ómnibus de la empresa Aconquija que en la tarde de ayer subía a los Valles duró poco: antes de llegar a Famaillá, una piedra lanzada desde el camino atravesó una ventana del vehículo, que quedó hecha añicos. No hubo heridos - sólo algunas astillas que salpicaron a algunos pasajeros- pero quedó flotando la indefensión ante el ataque anónimo. Llegados a Famaillá, los viajeros cambiaron de ómnibus, y siguieron el viaje, pero ya en clima tenso. No es nuevo: la semana pasada LA GACETA publicó que vándalos arrojaron piedras a automóviles que circulaban por la avenida Alfredo Guzmán, con el evidente objetivo de hacerlos detener, para robarles.