"Wanchope" generalmente no falla. Sin embargo, esta vez Ramón Ábila le perdonó la vida a River y falló dos goles increíbles frente al arco de Marcelo Barovero, el arquero que ya nada podía hacer para evitar la conquista de Huracán.

El 9 desperdició la primera chance "solito" y no pudo conectar la pelota al lado de un arco vacío. Todo sucedió cuando el duelo de ida de la semifinal aún estaba 0 a 0 y se jugaban apenas tres minutos de partido.

Luego, cuando el partido se moría, el delantero quedó mano a mano con Barovero y se tomó todo el tiempo para definir. Sin embargo, en vez de romperle el arco al 1 la quiso picar y su pelota pegó increíblemente en el travesaño. De esta manera, Ábila le dio vida a River, que sueña dar vuelta la historia en la revancha para remontar lo que fue nada más que un 1-0.