Usain Bolt siempre capta todas las miradas. Vaya al luagr que vaya, el hombre más rápido del mundo siempre es el más aplaudido del lugar como ejemplo de deportista.

Esta vez, el jamaiquino se hizo presente en México, donde fue invitado a jugar un mano a mano de fútbol entre los que estaba Darío Benedetto, el delantero argentino que tuvo que sufrir el lujo de Bolt ante las cámaras. Con un caño, Usain, amante del fútbol, lo dejó pagando.