El Gobierno no está dispuesto a acatar el fallo de la Sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, que lo manda a convocar nuevos comicios. Estriba la negativa sobre el argumento de que no dan los tiempos para diagramar y ejecutar un cronograma electoral.

Lo afirmó el gobernador, José Alperovich, en una rueda de prensa que dio ayer, en Casa de Gobierno. “Para llamar a nuevas elecciones hacen falta 90 días, al menos, y nuestro mandato termina en 40. O sea, el fallo no se puede cumplir. El 28 de octubre quedaría acéfala la provincia”, alertó Alperovich. Sobre la posibilidad de que se dicte una intervención federal dijo: “todo es posible. El 28 de octubre yo dejo de ser gobernador; y los legisladores, intendentes y comisionados cesan su mandato. No puedo cumplir porque no dan los plazos para llamar a una nueva elección; es de imposible cumplimiento”.

Respecto de la chance de que en los próximos días la Legislatura salde una deuda constitucional y sancione la ley de acefalía -tras la reforma de 2006 la Carta Magna provincial daba a los legisladores 120 días para que voten esa norma-, Alperovich se mostró escéptico de que eso sea una solución: “¿puede haber una provincia sin legisladores, sin intendentes, sin comisionados rurales, sin gobernador? Los que queremos la democracia queremos que existan los tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial; si no, es dictadura”.

“Yo dije ‘habría’...”

El mandatario insistió en calificar la sentencia, firmada por los camaristas Salvador Ruiz y Ebe López Piossek, como “un golpe contra la democracia (y) contra la voluntad popular”. Criticó, además, el material del cual, según el mandatario, tuvieron en cuenta al momento de emitir el fallo. “Esgrime como argumento solamente notas periodísticas; nada de lo que se presentó fue tomado en cuenta”, dijo. LA GACETA le señaló que la sentencia cita dichos suyos, cuando opinó acerca del reparto de bolsones, tanto del oficialismo como de la oposición. “Pero yo dije habría... habría. Lo que pasa es que toman lo que quieren”, reprochó.

Y porfió en cuestionar a los magistrados. “Un juez debe fallar a derecho, no por notas periodísticas; debe fallar con las pruebas que existen. Es muy fácil fallar por notas periodísticas; (pero) es muy poco serio”, reclamó. No obstante, se mostró confiado en la apelación: “tenemos fe en la Justicia, en la gente de bien; tenemos fe en que se debe fallar con pruebas; si hubo fraude que nos digan dónde, en qué urna. No se puede anular una elección por notas periodísticas; esto no tiene precedente en el país”.

El gobernador también recordó que durante el escrutinio definitivo se abrió el 40% de las urnas. “No sólo que se abrieron, sino que la oposición firmó las planillas de cada urna. ¿Qué mejor prueba que eso? De las urnas que se abrieron y de las que no, los fiscales de la oposición firmaron que estaban de acuerdo con el resultado. No es que sólo estuvo el oficialismo; acá la oposición avaló todo. Y nosotros perdimos en cuatro municipios, y lo reconocimos”, manifestó.

Durante la conferencia, también repitió algunos conceptos que viene sosteniendo desde días después de los comicios. “Todos saben que es imposible hacer trampa cuando se ha ganado con el 52% de los votos, por más de 12 puntos y 110.000 votos de diferencia. Ruiz y López Piossek provocaron un golpe de la Justicia a la democracia y a la voluntad popular. Es inconcebible”, puntualizó. Y también insistió en que la conformación de la Junta Electoral Provincial no responde al oficialismo: “no es nuestra; es la que pidió la oposición. Con todo eso no aceptaron el triunfo”.