Lamentablemente, pasa en todos lados. Esta vez le tocó a la tranquila ciudad de Goningen, en Holanda, que sufrió el salvajismo de los hinchas de Olympique de Marsella, el equipo francés que disputó en ese lugar su partido de Europa League, contra el equipo local.

Los hechos de violencia sucedieron la previa, cuando un grupo de "ultras" que se movilizaban en masa por la calle se dispusieron a destrozar un bar, sin motivo alguno. Comenzaron a arrojar las sillas contra otras mesas, obligando a los clientes a retirarse de manera abrupta, a las corridas para no ser golpeados.

La violencia continuó hasta que los efectivos policiales aparecieron en el lugar. Inentendible.