“El equipo debe hacer lo del primer tiempo”, explicó con tono serio el entrenador Gerardo Martino. En los primeros 45 minutos se vio lo mejor de la Argentina en su presentación en el certamen. Y fue lo más destacado porque allí se pudo observar todo el potencial ofensivo del equipo. Pero de ahí en más, la pólvora se fue mojando hasta que quedó totalmente inutilizable en el complemento.

El tridente ofensivo por Lionel Messi, Sergio Agüero y Ángel Di María, al comienzo del encuentro, hizo temblar a la defensa paraguaya. Pero después se diluyó, pero no por carencias propias, sino por el crecimiento que tuvo Paraguay hasta que se terminó de acomodar en el campo.

Los ingresos de Gonzalo Higuaín y de Carlos Tevez tampoco solucionaron los problemas. Esta vez, el equipo que tiene prestigio internacional por sus delanteros, fue una sombra. Para colmo, la desesperación por cerrar un triunfo, generó algunos desfasajes a la hora de marcar. Demasiados argumentos para justificar un triunfo necesario para que la gente se enchufara definitamente con el torneo.

“Pasamos de un gran primer tiempo a una segunda parte preocupante. Estaban todas las condiciones dadas para un gran partido”, reconoció Javier Macherano. ¿Qué pasó? “En el complemento entramos en una confusión general. Fuimos un equipo demasiado largo y no supimos responder al juegos de los paraguayo”, agregó el “Jefecito”.

Ramón Díaz, que gritó como loco el empate del equipo que ahora dirige, fue inteligente. O por lo menos demostró serlo. Desde hace 15 días no sólo elogió a los integrantes de la Selección, sino que además había advertido que había una sola manera de cerrarle el camino al poderoso trio ofensivo rival: cerrarle los espacios para que no ingresaran al áerea como si fueran dueños de casa. Y es lo que finalmente sucedió.

“En el primer tiempo Argentina nos superó ampliamente, pero después cambiamos algunas cositas tácticas y el equipo se encontró, a pesar de que ellos tuvieron varias situaciones de gol para ampliar, pudimos empatarlo en el final”, evaluó el riojano luego de haber finalizado el encuentro.

Es cierto, falta mucho todavía, pero Argentina comenzó a transitar un camino peligroso, similar a lo que ocurrió el torneo que se disputó hace cuatro años atrás en nuestro país. Debutó con un empate con Bolivia (1-1), un rival que supuestamente era ganable, y terminó complicándose. Ojalá que la historia no se repita.

¿Te gustó cómo jugó la Selección ante Paraguay?