PARIS, Francia.- Novak Djokovic sufrió un despiste contra Gilles Muller en la segunda ronda de Roland Garros. El serbio sacó perfecto, el luxemburgués restó demasiado largo y así lo vio el número 1 del mundo. Pero por la precipitación o porque pensó que ya había tirado la pelota en el suelo, Djokovic levantó la raqueta antes de tiempo y la pelota impactó en ella. Su cara reflejó claramente que había sido el punto más tonto que había perdido. Por fortuna para él, la victoria al final fue suya.