Después del calor y la lluvia, los compañeros inseparables -aunque no tan deseables- de este verano han sido los mosquitos. Las condiciones de humedad permanentes, el calor propio de la estación, más el crecimiento veloz de las plantas y el pasto, favorecen la reproducción de estos molestos insectos que, en casos extremos, pasan de ser una molestia a un problema de salud pública.

El frío, al menos esa es la creencia popular, promete algo de paz. Pero si bien el clima seco y las bajas temperaturas “ahuyenta” los mosquitos -si es que esas condiciones se mantienen por al menos tres días-, ellos buscan la forma de acercarse todavía más al hombre y se resguardan en las casas, donde el ambiente es más cómodo para su desarrollo. Entonces, el problema del dengue -por ejemplo- no desaparece con el cambio de estación. “Es cierto que la actividad biológica del aedes aegypti disminuye con el frío, pero ellos conviven con nosotros en la casa, donde el clima está más controlado”, explica Julio César Vallejos, ingeniero agrónomo, docente universitario y presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Zootecnistas de Tucumán. Estos insectos pueden desarrollarse entre los 15° y 35°, siendo los rangos ideales de temperatura entre 22° y 32°.

El más combatido
El aedes aegypti no es el único mosquito con el que convivimos y tampoco el único que transmite enfermedades. ¿Por qué entonces todas las balas sanitarias apuntan a su erradicación? María Julia Dantur Juri, investigadora del Conicet y del Instituto Superior de Entomología (UNT), explica que se trata de una de las especies más difíciles de combatir. “Los huevos del aedes aegypti tienen la particularidad de resistir el período anterior; es decir, pueden pasar todo el invierno y eclosionar cuando la temperatura sea la adecuada, entrando al verano. Es por eso que suelen ser las primeras especies que se observan cuando comienzan el calor y las precipitaciones”, señaló.

Otra de las especies más frecuentes en las casas, principalmente en los ámbitos urbanos, es el culex (género) quinquefasciatus (especie). “Es el mosquito que no tiene las bandas claras y oscuras características del aedes aegypti, son generalmente más pequeños y de color marrón. Estos son vectores de la encefalitis de San Luis, virus del oeste del Nilo, encefalitis equina del este y del oeste. En todos estos casos, el mosquito es el hospedador intermediario de la enfermedad y la transmite al humano la hembra cuando pica”, explicó.

Otra particularidad que se viene observando desde hace tiempo, es que se han diversificado las fuentes donde se cría el aedes aegypti. “Se encontraron huevos, por ejemplo, en tachos con pintura en el fondo y agua en la superficie, cuando antes sólo se los encontraba en agua limpia. Por eso, eliminar y/o limpiar con esponjas todos los contenedores de líquido sigue siendo la base para el control del mosquito”, finalizó la especialista.

PARA PONER EN PRÁCTICA
Proliferación de los huevos

Los huevos del aedes aegypti (foto) se podrían ver a simple vista, pero eso depende el recipiente en el que estén reposando. Por eso es importante mantener limpios todos los contenedores de líquido, y no basta con quitarse el agua: es necesario limpiarlos con esponja para remover los huevos si los hubiere.

Insecticidas
Los insecticidas en aerosol son efectivos para eliminar los mosquitos adultos en el interior de una casa, pero nada pueden hacer contra los huevos. Por eso, eliminar o mantener limpios los receptáculos de agua es la base de un control efectivo. Se pueden aplicar aerosoles insecticidas de doble función: adulticidas (a base de piretroides) y larvicidas (piriproxyfen), pero es necesario desocupar las casa por al menos tres horas, recomienda el ingeniero Julio César Vallejos.

Repelentes
No es necesario andar todo el día embadurnado de repelente; lo más adecuado es usarlo en los momentos en que los mosquitos salen, que es durante el crepúsculo o la noche. También es fundamental usarlo si se hace una salida al campo o en ambientes exteriores con mucha vegetación. Existen algunos de origen natural, por ejemplo REP, que usa crema a base de citronela.

Espirales y tabletas
La función principal de los espirales y tabletas es ahuyentar -no matar- los mosquitos. Los espirales son más agresivos y efectivos, pero algunas personas pueden no tolerar el humo. Siempre debe haber alguna ventilación si se los usa, aunque disminuya su efectividad.

Velas o inciensos de citronela
Quizás no sirvan como medida única para ahuyentar los mosquitos, pero encender velas, inciensos u hornillos con esencia de citronela puede ser un apoyo para controlarlos.

Tela mosquitera
En casas donde abundan las plantas y el césped, también abundan los mosquitos. En estos casos es recomendable proteger puertas y ventanas con tela mosquitera. Se compra en la ferretería y se monta sobre bastidores que suelen construir los carpinteros. La tela metálica es la más recomendada, porque permite una mejor ventilación y es más durable (cuesta $ 60 el metro, por 1,10 m de ancho); la plástica es la alternativa más económica ($ 30 el metro).