No todos los días puede escucharse el barroco, menos a Johann Sebastian Bach, al ritmo de la electrónica y de los sintetizadores. El autor clásico, cuya música perdura a través de los siglos -y no solo en los templos religiosos-, supo marcar una decisiva influencia para compositores posteriores, como Amadeus Mozart o el mismo Arnold Schönberg, ya en el siglo XX.

Claudio Barracu, músico italiano radicado desde hace siete años en esta ciudad, interpretará parte de la obra con un órgano electrónico. Pero la apuesta es doble, porque se tratará de un concierto con contenido audiovisual que estará a cargo de Rudy Garzotto. Una propuesta innovadora, que trae el recuerdo de la banda de sonido de la película “La naranja mecánica”.

A partir de las 22, en la sala Orestes Caviglia (San Martín 251) tendrá lugar “Electric Bach”. “Estará el sonido real del órgano tubular, que se toca con manos y pies, un instrumento que es difícil hallar en buenas condiciones. Pero además será Bach a la electrónica”, respondió el músico ante una consulta de LA GACETA. “En la ciudad es imposible acceder a este tipo de música debido a la dificultad en la conservación de los escasos instrumentos que existen”, asegura el artista que estudió música en Italia con Stéfano Ordini.

Barracu contó que trajo una pedalera con 30 notas, que recrean el sonido de origen tubular. “En cierto sentido es una obra nueva”, admitió cuando se le preguntó al respecto.

Repertorio
“El arte de la fuga”, “Toccata & Fugue en La menor” y “Suite inglés” serán algunas de las piezas del repertorio de esta noche. Obras conocidas y populares en la gran cantidad de composiciones de Bach.

Mientras Barracu toque el órgano, Garzotto proyectará imágenes y visuales en tiempo real. “Concebimos la música de la mano de las imágenes, como una obra única; trabajamos música e imagen”, coincidieron los artistas.

Barracu señaló que se dedica a la música electrónica y experimental. Recientemente grabó con intérpretes locales como Juan Manuel Escalante y Emilio Díaz.