CÓRDOBA.- El padre de un menor, de 15 años, que fue sorprendido robando en un domicilio de esta ciudad, denunció a una familia que lo halló in fraganti de propinarle una paliza y lesiones por las que afirma el chico perdería un ojo.

El hombre, alertado por los propios vecinos de que su hijo había sido detenido por robar, salió de su casa y vio al joven dentro del móvil policial. Ante eso, un vecino le dijo que su hijo había sido denunciado "porque entró a robar y se quiso llevar algunos elementos".

El padre del muchacho fue horas más tarde a buscarlo a la comisaría, porque al ser menor había quedado en libertad. Ahí se dio cuenta de que el chico tenía varios moretones, algunos muy visibles, en la zona de un ojo y la cabeza. Frente a ello, le preguntó al hijo si había sido algún policía que le había pegado, y el joven le respondió que fueron los vecinos.

El adolescente relató que cuando fue sorprendido robando por la dueña de casa, la mujer empezó a golpearlo, lo ataron y luego siguieron pegándole. Incluso dijo que en una reacción reacción violenta de la dueña de casa, ésta agarró una tijera de cortar el pasto y provocó una herida importante en la zona del ojo.

El padre del menor narró que su hijo debió ser operado en el ojo dañado y advirtió sobre la posibilidad de que su hijo pierda ese órgano. El hombre radicó la denuncia ante la Justicia, y la causa recayó en la fiscalía de Pedro Caballero.

"Vamos a investigar y a pedir el sumario al juez de Menores. Analizaremos la verosimilitud de la denuncia", dijo Caballero a Cadena3.com.

Los acusados de haber actuado bajo la supuesta figura de exceso en legítima defensa son el matrimonio y un hijo, de barrio Dos de Junio, en la capital cordobesa.