Desde esta madrugada, una protesta del Sindicato de Camioneros paraliza la actividad en la planta de transferencia de residuos sólidos urbanos (RSU) de San Felipe, que se encuentra al este de San Miguel de Tucumán, desde donde se traslada la basura hacia la planta de tratamiento y depósito final de Overá Pozo, en Burruyacu. 

Por esta razón, los RSU de las ciudades de esta capital, Alderetes, Banda del Río Salí, Yerba Buena, Las Talitas y Tafí Viejo, que integran el Consorcio Metropolitano, no pueden ser llevados por los camiones hacia Burruyacu. Según César Torres, secretario general del gremio, la medida de fuerza se debe a que los 17 trabajadores que dependen del consorcio prestan servicios en negro y todos los meses el gremio debe realizar una protesta para que se les abonen sus suedos.