El hallazgo de un cráneo calcinado en La Rioja encendió una luz de alerta en la Fundación María de los Ángeles. El resto óseo había sido encontrado el domingo a la noche por un grupo de niños que jugaba al fútbol en una cancha ubicada a media cuadra de uno de los prostíbulos que manejaba la extinta Irma Liliana Medina junto con sus hijos José “Chenga” Gómez y Gonzalo Gómez. Sin embargo hoy una noticia preocupó a los integrantes de la asociación que dirige Susana Trimarco, madre Marita Verón que ven peligrar la transparencia de la investigación.

El lugar en el que se encontró el cráneo (en las inmediaciones de la esquina de las calles Tama y Amogasta) esta ubicado en la misma manzana en la que, según los investigadores, funcionaba un prostíbulo VIP del clan Medina-Gómez. En ese sitio se buscaron, a fines del año pasado, restos óseos o pistas que lleven a dar con el paradero de “Marita”. En esa ocasión, la Procuración para el Combate de la Trata y Explotación de Personas (Protex), que dirige Marcelo Colombo, estuvo a cargo de la investigación. Pero en esta ocasión Colombo no tiene mayor injerencia en el hallazgo porque la jurisdicción en la que se encontró el cráneo es territorio riojano porque lo que, en principio, sólo intervendría la Justicia local de esa provincia.

Esa es la preocupación que reconocieron tener los integrantes de la Fundación, porque el juez riojano que está interviniendo en la causa es Daniel Barria. Este magistrado trabajó como abogado defensor del clan Medina-Gomez y estaría probado su vínculo con esa familia. Ante situación desde la Fundación adelantaron que pedirán que se aparte a este juez para que se garantice la transparencia de la investigación que, por el momento, no tiene intervención de autoridades federales.