Que una sola persona haya resultado herida en un choque del que participaron cinco vehículos parece un milagro. El espectacular accidente ocurrió ayer a la madrugada frente al parque Avellaneda y el tránsito estuvo interrumpido hasta horas de la mañana, cuando remolcaron el auto que había volcado en medio de la avenida Mate de Luna.

Los cinco vehículos que protagonizaron el siniestro circulaban de este a oeste por Mate de Luna, alrededor de las 3.20. Al llegar a la intersección con Pellegrini, cuatro de los rodados detuvieron la marcha. Según declararon sus conductores en la seccional 3ª, el semáforo estaba en rojo. Fue entonces cuando -según relataron fuentes policiales- un Renault Fluence se acercó a excesiva velocidad y embistió desde atrás a los demás automovilistas.

“Los cinco vehículos chocaron en cadena y el quinto dio un vuelco, hasta quedar ruedas arriba en el medio de la mano que conduce hacia el cerro”, describieron la fuentes.

Los conductores de los otros rodados (una Land Rover, una Toyota Hilux, un Fiat Strada y un Fiat Palio) se bajaron de los vehículos y, con la colaboración de ocasionales transeúntes, ayudaron al chofer del Fluence a salir del auto. Luego llegó una ambulancia y lo trasladó al hospital Padilla, donde ayer continuaba en observación. Según fuentes policiales, se trata de Benjamín Frías Alurralde, de 57 años, quien sufrió politraumatismos y estaba fuera de peligro.

Algunos testigos les dijeron a los policías que, aparentemente, dos de los vehículos iban corriendo picadas. Sin embargo, los uniformados no pudieron comprobar la veracidad de esa versión.

Vecinos de la zona comentaron a este diario que no se suelen respetar los semáforos. “Las motos mayormente no respetan el rojo”, afirmó César Farías, un vendedor que trabaja en esa esquina. Y agregó: “los fines de semana, se ven aparecer motos grandes corriendo picadas”.