Una de las características principales del turismo educativo es que ofrece un contenido didáctico. Los alumnos que hacen estos viajes van desde 3º grado hasta 2º del Polimodal. Este segmento está adecuado al Plan Federal de Educación. Empresarios consultados coincidieron en que, en los últimos siete años, el turismo educativo cobró fuerza en la industria. Pese a la inflación, que impactó en los precios de los servicios, el ritmo de ventas se mantiene estable. El empresario Osvaldo Moreno, gerente de una firma especializada, comentó que, a diferencia de los viajes de egresados, el turismo educativo ofrece destinos variados. “El norte argentino, Cataratas, Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Puerto Madryn, son los puntos más visitados. Los viajes de egresados tienen como destino Bariloche, Cancún y Brasil”, explicó. Para desarrollar el turismo educativo, el año se divide en dos: antes y después de las vacaciones de invierno. La mayoría de los viajes se concretan desde la primera semana de agosto hasta diciembre. “La demanda en este mercado se mantiene estable, aunque a un ritmo más lento por la inflación. Es difícil medir cuánto subieron los precios, ya que los costos de los servicios turísticos aumentaron de un modo distinto en cada región del país”, subrayó.