Los hackers no dan tregua. Tras el pánico que causó hace dos semanas el fallo Heartbleed, ayer Microsoft lanzó una alerta. Una falla de seguridad en varias de las versiones del navegador web de Microsoft, Internet Explorer, permite a atacantes acceder a los equipos infectados e instalar un código malicioso, para controlarlos y robar datos, entre otros daños, según informó la empresa. Ante la magnitud de la vulnerabilidad, el gobierno de EEUU recomendó que se evite utilizar el navegador de Microsoft hasta que el problema esté resuelto. La falla afecta todas las versiones del Explorer, desde la 6 hasta la 11, que en conjunto suman el 58 % del tráfico mundial desde computadoras de escritorio.