LAS TERMAS, (De nuestros enviados especiales).- De pronto aparecieron él y ella. Parecía una broma, pero no. Es que nadie esperaba que saliera de una pequeña moto, una Polini 50, con un “pequeño” piloto, Alejandro Parramon.Un grupo de amigos, liderado por Federico Rossi, escoltándolo. En segundos, cientos de personas se congregaron en el lugar para escuchar la historia. “La trajimos de Europa y la convertimos en una réplica de la que maneja Valentino (Rossi). Parece hecha para los niños, pero es muy poderosa”, contó Alejandro. La llevan en el asiento trasero del auto ¡con cinturón puesto! Al rato, llegó un fanático en una espectacular Ducati y tiró el desafío de una “picada”. Se pusieron al lado y comenzaron a acelerar en una recta de dos metros. Adivinen cuál ganó...