En enero de 1948, se terminó de confirmar la transacción entre la Universidad Nacional de Tucumán, representada por el rector Horacio R. Descole y los propietarios de la “Estancia San Javier”, quienes por intermedio del Dr. Rufino Cossio, accedieron a vender sus tierras a nuestra Institución, permitiendo así la creación de una Ciudad Universitaria.

La idea que motivaba este proyecto era la conquista de la montaña, permitiendo así desarrollar una industria alrededor de esta atracción natural de la provincia, lo que evitaría las migraciones durante el verano y fomentaría la atracción de una gran corriente de universitarios hacia el Norte.

El terreno fue cedido al módico precio de $30 por hectárea, debido a que los propietarios entendieron “la naturaleza de la obra que motiva esta compraventa, que representaba una gran contribución al progreso y la cultura de nuestra provincia”.