La intensa lluvia que arreció durante la noche del lunes y la mañana de ayer provocó derrumbes en la ruta 307 que conduce a los valles Calchaquíes. El inconveniente más prolongado se produjo alrededor de las 10 a la altura de El Nogalar. Ahí la carretera quedó sepultada por un deslave de lodo. El tránsito vehicular permaneció cortado durante una hora hasta que personal de Vialidad Provincial, con máquinas niveladoras, logró despejar la ruta. A lo largo de toda la carretera la lluvia obligó a transitar con extrema precaución y los cortes intermitentes -cada 15 minutos- se extendieron hasta las 13 de ayer.

“La lluvia intensa provocó varios deslaves entre los kilómetros 35 al 46, entre La Angostura y Las Mesadas”, detalló Leandro Ríos, radioperador del Campamento de Vialidad en la ruta 307 y explicó que se trata de un fenómeno relacionado con las recientes obras de ensanchamiento de la calzada. “Es lo que llamamos ‘montaña talada’: debido a la tala de árboles para mejorar la ruta, el suelo pierde firmeza y, con el agua se produce el deslave (corrimiento de lodo)”, dijo el operador.

El personal de Vialidad recomendó insistentemente no circular por la 307 durante días de fuertes tormentas por el riesgo de derrumbes.