Tucumán cuenta con 12 áreas protegidas: Santa Ana, La Florida, Los Sosa, La Angostura, La quebrada del Portugués, Los Ñuñorcos, Cumbres Calchaquíes, Aguas Chiquitas, Aconquija e Ibatín (dependen de la provincia); Los Alisos (parque nacional), y Parque Sierra San Javier (UNT). En total, se trata de 14.000 hectáreas, que serían el equivalente a cerca del 20% de la superficie de la provincia. “Se trata de un índice bastante aceptable. Pero hay que entender que algunas reservas son áreas muy grandes y no funcionan como reservas estrictamente. Entonces, la superficie de conservación final es muchísimo menor. Si bien las normas que existen son buenas, lo que falta es su correcta implementación”, dijo el guardaparques Rodrigo Ordóñez. Las tareas de preservación en áreas protegidas tuvieron un envión a partir del arduo proceso que llevó a la promulgación de la Ley de Bosques, en 2009 (26.331). El proyecto de ley había sido elaborado en 2006 -ante la crisis forestal por los desmontes- por el entonces diputado Miguel Bonasso. Con la ley, en cada provincia se realizó un relevamiento y a partir de allí se determinaron los usos recomendados para cada zona: preservación, reforestación o producción. A partir de allí, no sin mediar conflictos, se fueron otorgando presupuestos. En nuestra provincia, la Dirección de Flora y Fauna es la encargada de poner en valor estas áreas, y diversas organizaciones colaboran en los proyectos.
Reclaman que se implementen correctamente las normas de protección
La provincia cuenta con una decena de áreas protegidas. Pese a ello, la preservación no es estricta en todas las áreas