OSLO, Noruega.- En los días previos a Halloween, en el supermercado Europris les pareció una buena idea poner a la venta carne humana empaquetada. Se trataba en realidad de un juguete de plástico, que emulaba distintas partes del cuerpo, con sangre, sello y su correspondiente etiqueta con el precio y la información nutricional. 

Su ubicación en el comercio no daba lugar a la confusión. Lejos de las carnes de animales, se encontraba con el resto de los objetos lúdicos, y se aclaraba que su finalidad era la celebración que tendrá lugar el próximo 31.

Sin embargo, los reclamos de los clientes fueron en aumento, y según informa el diario “The Local”, la empresa no tuvo más remedio que retirar el producto de los stands. El director de compras de la compañía, Knut Spæren, dijo: “Nuestra intención era, obviamente, no molestar a nuestros clientes. Ahora estamos retirando los productos de los que se han quejado las personas, incluyendo las manos cortadas.”