BUENOS AIRES.- Tanto es el aislamiento al que está sometida la presidenta, Cristina Ferández, que ayer los funcionarios de Balcarce 50 dejaron trascender que la mandataria sólo recibirá información de las elecciones de hoy a través de su hijo Máximo Kirchner, que estará en Santa Cruz, adonde viajó para votar. Es posible que hable, además, con el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. "Pero está muy aislada. En teoría todo lo recibirá de Máximo y no recibirá a nadie en Olivos, ni verá televisión", dijo una fuente que cita Lanacion.com. A principios de este mes, los médicos le diagnosticaron Cristina una "colección subdural crónica" que la obligó a suspender su actividad habitual durante 30 días.

Según señalan las fuentes, existe entre sus colaboradores la instrucción de que la mantengan aislada de la información, como parte de su recuperación y aislamiento del estrés.

"Hoy no va a ser un día fácil para Cristina: a la derrota electoral del Frente para la Victoria que se espera, hay que sumarle que es el tercer aniversario de la muerte de Néstor (Kirchner). Y eso la bajonea mucho", señaló a este diario un ministro con aceitado acceso al entorno de la jefa del Estado.

El cuadro cardiológico y neurológico de la Presidenta no es grave ni reviste riesgos mayores. Pero las tensiones de la función presidencial no son aconsejables y se deben evitar, según dicen sus médicos.

Otra gran incógnita es cómo le puede afectar a la Presidenta una presunta derrota, según sea su magnitud.

También los hijos pesarán de manera decisiva. Florencia Kirchner es la más sensibilizada y le reclama estricto acatamiento a las indicaciones médicas para no sufrir riesgos como lo hizo su padre, el fallecido ex presidente Kirchner. En ello tiene encontronazos con el ala dura del Gobierno, comandada por Zannini, que sugiere el rápido retorno de la mandataria. En cambio, Máximo intermedia entre ambos y con los médicos.