ASÍS, Italia.- En el marco de su histórica visita a la ciudad de Asís, el Papa Francisco expresó que hoy es una jornada de llanto, en referencia al día de luto decretado en Italia por los al menos 111 muertos en el naufragio de Lampedusa.

El Papa, quien ayer calificó de "vergüenza" el naufragio en el que aún hay decenas de desaparecidos, afirmó hoy que al mundo "no le importa que haya gente que debe escapar de la esclavitud y del hambre buscando la libertad, y con cuánto dolor vemos que encuentran la muerte".

El pontífice argentino improvisó un discurso en un encuentro que mantuvo con pobres asistidos por Cáritas, entre los cuales había muchos extranjeros. "Muchos de ustedes fueron despojados por este mundo salvaje, que no da trabajo, que no ayuda, al cual no le importa si hay niños que mueren de hambre, no le importa si tantas familias no tienen qué comer, no tienen la dignidad de llevar el pan a casa", afirmó.

En ese marco, lanzó un llamado a los cristianos a seguir el modelo de la pobreza comenzado por San Francisco, cuyo día es celebrado hoy por la Iglesia católica y exhortó a combatir "la mundanidad, un cáncer de la sociedad, que mata a la persona, mata a la Iglesia".

El lugar del encuentro con las personas necesitadas fue la denominada "Sala de la expoliación de San Francisco" del obispado de Asís, el lugar donde el santo se despojó de sus vestiduras como forma de desprendimiento de todas las riquezas terrenales. "Todos somos llamados a ser pobres, despojarnos de nosotros mismos", afirmó.