"El arma tiene una representación simbólica: exhibirla es una demostración de poder, de fuerza", explica la doctora en Psicología, Norma Contini, experta en violencia escolar, al analizar el incidente ocurrido en la escuela Técnica N° 5. 


"Evidentemente, el joven que llevó el arma a la escuela considera que por sí mismo no puede afrontar una situación; necesita valerse de otra cosa", analizó la especialista, que es profesora titular de la cátedra de Teoría y Técnicas de Exploración Psicológica en Niños de la Facultad de Psicología. 

Lo importante, según Contini, es entender que esto que pasó debe ser tomado como una señal de alarma. "Primero hay que ver cuáles son las causas que transformaron este comportamiento en una conducta hostil. Seguramente este chico no nació agresivo, hay que ver cuál es su contexto. Y después hay que hacer una evaluación: llevar un arma a una escuela es un pedido de ayuda. Este chico está queriendo decir algo y el adulto debe leer la situación", indicó. 

La especialista también habló sobre el maltrato escolar verbal, psicológico o físico que se produce en forma reiterada y que es también conocido como acoso u hostigamiento escolar (bullying, en inglés). 

"La verdad que habría que estudiar este caso en particular para ver si realmente se trata de bullying. Si estamos ante un caso de este tipo, se deberían desarrollar acciones de prevención en todo el grupo", recomendó Contini. 

Hay varias acciones que se pueden realizar ante un caso de bullying: desde hacer un plan de vinculación saludable hasta desarrollar trabajos grupales. Lo más importante, según coinciden los expertos, es dejar de pensar que "esto es cosa de chicos" y de restarle la importancia que merece. La indiferencia siempre apoya la violencia, resumen.


Amenazó con sacar el revólver de la mochila si sus compañeros volvían a molestarlo

El habitual bullicio que entra al aula después del recreo se quebró en un segundo. "No me molesten, traje un fierro en la mochila", les dijo uno de los alumnos de 8° año a sus compañeros. Quedaron helados. No sabían si creerle. Por las dudas, le avisaron al preceptor lo que estaba pasando. Y minutos después comprobaron que no había mentiras ni bromas: el estudiante de 13 años había llevado un revólver a clase.

El hecho causó un revuelo en la Escuela Técnica N° 5 el lunes a la tarde. La Policía tuvo que intervenir en el caso: secuestró el arma, un revólver calibre 22, y entregó al menor a sus padres, quienes deberán responder ante la Justicia por lo sucedido.

Explicaciones
El comisario Teófilo Rodríguez, jefe de la seccional VII, fue el encargado del operativo que se realizó en el establecimiento, ubicado en San Juan al 4.000. "El adolescente manifestó que había llevado el arma para que sus compañeros no lo molesten más. Este es un típico caso de bullying (acoso escolar) porque se trata de un menor tímido, callado y estudioso. Seguramente, no supo cómo manejar la situación y supuso que con ese tipo de amenaza se acabarían todos sus problemas", manifestó el policía.

Según detalló Rodríguez, el joven expresó que el arma se la había dado un allegado; es decir que no la sacó de su casa. "Los padres estaban muy sorprendidos por la situación. Ni siquiera sabían que su hijo era molestado por compañeros", especificó.

En el procedimiento los efectivos descubrieron que el revólver no estaba cargado con proyectiles. Ahora, la investigación determinará si se trata de un arma robada o si está registrada y a nombre de quién.

"Si bien no es la primera vez que nos toca ir a una escuela a secuestrar un arma, son hechos aislados. Lo importante sería que esto sirva como una alarma para evitar que se repitan las situaciones. Este hecho de violencia no aparece de un día para otro. Los chicos suelen dar señales de que algo malo les está pasando. La comunidad educativa y los padres tienen que saber reaccionar a tiempo. El hecho de que un alumno lleve un arma a la escuela es algo muy grave. Podría haber sido peor", advirtió el comisario.

Preocupación
Después del hecho, la escuela Técnica N° 5 intentó retomar la normalidad. Pero ayer, el tema aparecía en todas las conversaciones. Algunos hablaban con temor, otros con enojo. Al mediodía, después de clases, LA GACETA entrevistó a algunos estudiantes para conocer qué opinaban sobre el caso. SofíaT. y Marcos F. recién se enteraban de lo que había sucedido el día anterior y lo venían susurrando. "M. C. va por la tarde a clases de Taller, del 8° grado. Ahí fue cuando sacó el arma. Cuando se conoció en la Dirección que había sucedido eso, nos hicieron salir a todos temprano. Es lo único que se sabe hasta ahora", comentó Sofía, alumna del mismo grado que M. C., pero de otro turno.

Al instante un estudiante se acercó con ganas de hablar. Se presentó como Nicolás S., de 14 años, y contó que desde meses atrás a M. C. lo hostigaba un alumno de 9° grado. "Un día M. C. me pidió que le dijera a su agresor que lo dejara de molestar. Pero bueno, me acabo de enterar de lo que pasó ayer (por el lunes). Lo único que puedo decir en su defensa es que es un buen amigo, estudioso, tranquilo y nunca conflictivo", confesó Nicolás, que se consideró el "amigazo" del menor que llevó el arma a la escuela.

A medida que los chicos comentaban los rumores sobre lo ocurrido, Micaela M., de 16 años, quiso resaltar que M. C. es su primo y que toda la familia está muy asustada por lo que pasó. "Mi tía lo va a mandar a una psicóloga; no entiende por qué hizo eso. Están asustados, pero saben que M. C. es bueno. Además, el arma no era de él; se la prestó otro primo", detalló la pariente. Además, contó que su primo es tranquilo, que no sabe pelear y que es buen alumno. Y aseguró que al joven lo expulsaron de la escuela después de secuestrar el revólver que había llevado. Sin embargo, las autoridades del Ministerio de Educación informaron que los padres del adolescente solicitaron pase a otra institución escolar.

Mientras los administrativos cerraban el establecimiento, contaron que representantes del Ministerio de Educación de la Provincia estuvieron con el director del local escolar durante varias horas y aclararon que nunca pasó nada parecido, ya que los alumnos que asisten a la Escuela no son violentos. "Sólo fuimos noticia -confesaron- cuando los chicos tomaron la escuela para exigir que la limpiaran. Ocurrió en mayo pasado".

"Me pareció raro enterarme de esto. La escuela es bastante tranquila y nunca nadie llevó un arma", dijo Franco Molina, presidente del Centro de Estudiantes de la escuela. Entre los rumores que corrían por los pasillos a él le contaron otra versión. "Me dijeron que este chico le puso el pie a uno más grande y que después le habían pegado; entonces, llevó el arma". Explicó que no conoce al adolescente de 13 años que llevó el revólver al aula y que tampoco estaba enterado de que haya estado sufriendo problemas de acoso escolar. "Los profesores nos preguntaron esta mañana qué sabíamos nosotros y a todos les parecía raro el tema porque no es una escuela violenta", sostuvo.

LA GACETA intentó una y otra vez hablar con las autoridades. Jacobo Esquinazi, coordinador de escuelas Técnicas y Agrotécnicas, no quiso referirse al tema. Desde el Ministerio de Educación sólo ofrecieron imprecisiones. Azucena Pérez de Varela, del Servicio de Asistencia Social Escolar (SASE), dijo que un equipo de profesionales ya estaba interviniendo en la escuela y con la familia del menor que fue armado a clase, pero no explicó en qué consistía la asistencia. Sólo señaló que no era la primera vez que intervenían en la escuela, aunque sí en un caso de este tipo. Habló de un abordaje institucional y de asistencia interdisciplinaria, pero no quiso aclarar cuál era la ayuda puntual ni lo que se charló con las autoridades del establecimiento.