Que el camino hasta la meta sea largo da esperanzas... El tiempo es oro y, aunque San Martín está demorado, puede mejorar. Pero hoy, con lo pasado bien fresco en la memoria, el equipo puede parar la pelota. Recapitular. ¿Qué pasó que el máximo candidato del Argentino A no ganó ni marcó goles?

Lo demostrado en Salta, en el debut ante Antoniana, preocupó. Sí, era el primer partido de muchos, pero el flojo nivel alarmó porque el equipo arriba no pesó. Para anotar primero hay que crear y ahí falló San Martín. Volvió clave a Diego Pave, que atrás tapó cada intento anfitrión, menos el gol que llegó tras un sinfín de rebotes debajo del palo. La Becicadependencia tampoco le sienta bien al equipo, porque como en aquella primera fecha, el 10 no dio todo lo que -se sabe- puede dar.

El domingo, cuando lo visitó Libertad, mejoró: esta vez los elegidos por Carlos Roldán (que cambió cuatro jugadores) pudieron llegar y convirtieron en figura a un Darío Sand siempre firme. Por eso el 0-0. No por nada a la salida los protagonistas (todos) coincidieron en que faltó la puntada final. La presencia de Miguel Fernández se notó y fue potencial peligro para un huésped que se dedicó a destruir y no a crear. Pero justamente por esto fue que, pese al progreso "santo", la balanza volvió a equilibrarse: no poder vencer a un rival limitadísimo es otra alarma.

El balance anticipado no es lapidario, pero obliga a trabajar, y a exprimir ese valioso tiempo para sacar mejores rendimientos.