El superávit comercial de Argentina totalizó en U$S 770 millones en julio, marcando una caída de un 39,7% con respecto al mismo mes de 2012.

El resultado se ubicó muy por debajo de lo proyectado por analistas, que aguardaban en promedio un saldo favorable de U$S 1.057 millones en julio, ante un superávit comercial de U$S 1.277 millones en el mismo mes del año pasado.

Los números de julio son producto de exportaciones por U$S 7.828 millones, un alza de un 2,4% interanual, e importaciones por U$S 7.058 millones, con un crecimiento de un 10,85% interanual, según se desprendió de los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec).

En los primeros siete meses del año, el intercambio comercial fue superavitario en U$S 5.725 millones. En ese período las exportaciones totalizaron U$S 48.749 millones y las importaciones ascendieron a U$S 43.025 millones.

En 2013, los rubros de mayor participación en las exportaciones argentinas fueron: las manufacturas de origen agropecuario, con un 34%, y las manufacturas de origen industrial, con un 32% del valor total.

Por su parte, los bienes intermedios representaron un 27% de las importaciones argentinas; le siguieron en importancia las piezas y accesorios para bienes de capital, con un 21%, los combustibles y lubricantes, con un 17% del total y los bienes de capital, con un 16%, según el informe oficial.

El mayor ascenso interanual en valores absolutos correspondió a las manufacturas de origen agropecuario, que subieron un 18% debido a un crecimiento conjunto de las cantidades, con un 17%, y de los precios, con 1%.

Le siguió el aumento de las manufacturas de origen industrial cuya variación en valor fue ínfima, al igual que el aumento de las cantidades, con un 1%, y la disminución de los precios, con una caída del mismo porcentaje.

En cuanto a los productos primarios y los combustibles y energía, ambos segmentos disminuyeron, 6% y 28%, respectivamente, como consecuencia de una baja en las cantidades, de un 12% y un 32%, en igual orden; mientras que los precios se incrementaron 6% en ambos casos.

A nivel de productos, el incremento en las exportaciones se observó por las mayores ventas de residuos y desperdicios de la industria alimenticia, como harinas y "pellets" de la extracción del aceite de soja hacia Viet Nam, Argelia y Egipto; material de transporte terrestre, como vehículos para el transporte de personas a Brasil y de mercancías hacia Australia y México; y cereales: maíz en grano hacia Egipto, República de Corea y Venezuela, entre otros países.

Le siguió el aumento de pescados y mariscos sin elaborar, como los camarones y los langostinos destinados a España; y las carnes y sus preparados, por ejemplo, carne bovina, deshuesada o refrigerada hacia Chile y Alemania. También se ubicaron los ygallos y gallinas sin trocear, congelados a Venezuela.

Dentro de los productos que mostraron una disminución en sus exportaciones en julio, con respecto a igual mes del año anterior, se mencionaron a los minerales metalíferos: escorias y cenizas; piedras, metales y sus manufacturas y monedas; y semillas y frutos oleaginosos, entre otros.