Las ilusiones eran grandes, por lo que el golpe fue grande. Rafael Nadal fue eliminado en la primera ronda de Wimbledon, uno de los torneos más importantes del circuito de la ATP. Buscando levantar sus ánimos, de cara a la segunda parte del año, el español optó por el mar, el sol y la arena. Junto a sus amigos y amigas, el número cinco del mundo disfrutó de unos días de distensión en un crucero, en Ibiza ¿Existe una fórmula mejor que esa para desenchufarse?