WALTER SCHMIDT

AGENCIA DYN

BUENOS AIRES.- Al PRO de Mauricio Macri le quedó por delante un único desafío clave para su futuro, no sólo porteño sino nacional, que es el de triunfar en las elecciones legislativas en la Capital Federal. Esto, si quiere mantener viva la llama de la candidatura presidencial en 2015.

Los problemas que afronta el macrismo son dos: por un lado, un rival a respetar como es la coalición UNEN, que lleva lo más granado de la dirigencia de la centroizquierda en la Ciudad: el radicalismo, el socialismo, el FAP, Proyecto Sur y la Coalición Cívica. Pero, además, al menos en las PASO, el PRO perderá protagonismo porque ya designó una lista única, mientras que UNEN será un atractivo de cara al 11 de agosto porque presenta cuatro listas, tres de las cuales son muy competitivas con Elisa Carrió, Pino Solanas, Ricardo Gil Lavedra, Martín Lousteau, Victoria Donda y Alfonso Prat Gay.

En el distrito porteño, es probable que las PASO no funcionen como una encuesta, porque la propuesta de UNEN asegura una disputa interesante, pero no lealtad de votantes. En otras palabras, quien vote a "Pino" en las internas, en caso que quien gane sea Prat Gay, difícilmente mantenga su lealtad al UNEN y es posible que busque otros horizontes. Y viceversa.

El desgaste de cualquier Gobierno es un dato relevante a tener en cuenta. Si Macri sortea el obstáculo de octubre, podría seguir en carrera para ser uno de los competidores por el sillón de Rivadavia.

Pero el epicentro estará en la provincia de Buenos Aires. El Gobierno nacional decidió contrarrestar el alto desconocimiento que tiene su principal candidato, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, con la "ayuda" de Daniel Scioli. A eso apuntó, al menos, la reunión que Scioli y el intendente mantuvieron con el jefe de Gabinete, Manuel Abal Medina. ¿Por qué Scioli aportaría su imagen para una campaña en la que ni siquiera le concedieron lugares en las listas? Por dinero. Para el gobernador, asegurarse fondos para sueldos y el aguinaldo, es más importante que las legislativas.

La disputa entre Insaurralde, Francisco de Narváez y Sergio Massa, no está sellada. El acierto del "tigrense", una figura con alta imagen mediática, fue conformar su lista con candidatos que arrastran votos. Sin embargo, otra puede ser la performance "en la cancha". Por un lado, el kirchnerismo tiene un techo importante de votos cautivos. En tanto, De Narváez hace años que recorre la provincia, posee un alto conocimiento y cuenta con un aliado importante como Hugo Moyano. Además, distintas mediciones comprueban que Massa les saca votos al kirchnerismo y a la oposición. La pregunta a responder en octubre es, ¿cuántos? (DyN)