Su actuación del martes en el AT&T Center de San Antonio generó una desmesurada ola de comentarios racistas en las redes sociales. Pero a Sebastien De la Cruz, de 10 años, poco le importó y anoche volvió a cantar el himno de Estados Unidos minutos antes del inicio del cuarto partido de la serie final de la NBA entre los Spurs y Miami Heat.

Vestido de mariachi, lo que generó controversias, De la Cruz entró anoche al estadio de la mano del alcalde Julian Castro, también mexicano-estadounidense, y con mucha valentía sostuvo el micrófono ante la ovación de los fanáticos de los Spurs.

El niño, que participó del programa musical "America's Got Talent", fue atacado duramente en las redes sociales, quienes cuestionaban sus orígenes y hacían hincapié en su condición de inmigrante.

Fue tan grande la repercusión que tuvo la presentación de De la Cruz que hasta el presidente Barack Obama se metió en el medio, justo cuando su gobierno se apresta a flexibilizar las leyes inmigratorias

La comunidad de San Antonio, compuesta en un 63% por latinos, reaccionó indignada ante los ataques racistas y decidió masivamente apoyar a De la Cruz, que tras cantar fue saludado por de los entrenadores Gregg Popovich, de los Spurs, y Erik Spoelstra, del Heat.