Mientras se espera la reglamentación de la ley nacional de fertilización asistida, la incorporación de los tratamientos de alta complejidad contra la esterilidad en el Plan Médico Obligatorio (PMO) disparó polémicas. Y la mira está puesta en los costos.

Quienes temen una afluencia masiva de pacientes y que los sistemas de salud colapsen argumentan que son tratamientos muy caros; o que no es una enfermedad porque no poder concebir un hijo no pone en riesgo la vida.

La especialista Natalia Vic destacó que hace décadas la Organización Mundial de la Salud (OMS) redefinió el concepto de salud. "No es la mera ausencia de enfermedad; habla del 'completo bienestar bio-psico-social de las personas'. Argumentar que la infertilidad no pone en riesgo la vida es tener un concepto estrecho de la salud", destacó la profesional.

Según un cálculo que el contador Julio Chit realizó especialmente para LA GACETA, si toda la población potencialmente infértil de Tucumán decidiera intentar un tratamiento de alta complejidad, eso implicaría unas 13.400 personas, entre varones y mujeres, sobre una población en edad fértil que supera el medio millón de habitantes (sólo el 2,68 %). De ellos, según la Encuesta Permanente de Hogares 2012, el 70% tiene cobertura social.

Hace unos días, Claudio Belocopitt, presidente de Swiss Medical Argentina, lanzó una advertencia, publicada por el diario Perfil: "... faltó el debate sobre cómo se financiará, tanto en el sector privado como en el público. Se depende de la regulación que se realice al respecto". Con él coincidió el contador Daniel Abad, de Asunt: "no es posible calcular el impacto real de la ley en el sistema de salud mientras la ley no se reglamente", dijo.

Hacer valer los derechos

Los médicos, sin embargo, recomiendan a las pacientes que no se dejen doblegar por las obras sociales, y que presionen para que la ley se cumpla. "Es de esperar que las obras sociales den batalla para reducir la accesibilidad", señaló Vic. "Hay que dejar de tener una mirada economicista de la salud. No pensarla en términos de costos sino de inversión", afirmó por su parte Sergio Mirkin, también especialista en fertilización.

"Un tratamiento de alta complejidad cuesta entre 18.000 y 20.000 pesos, más los medicamentos. Puede parecer mucho para el paciente, pero para las obras sociales es un vuelto: cuesta lo mismo que un cateterismo cardíaco, o una prótesis de cadera, o un by pass gástrico", añadió. Y aseguró que no es complicado bajar los costos: "los insumos son importados, y hoy no se permite comprarlos a precio de dólar oficial. Si se liberara la importación, los costos bajarían. También la crío-preservación permite bajar costos (además de riesgos y tiempo), porque la fase de estimulación ovárica se realiza una sola vez", explicó.

Los otros costos

"Los costos afectivos también pueden ser altos, y menos mensurables en números", advirtió la doctora Vic. Las pacientes necesitan mucha contención: se genera mucha ansiedad y además están bombardeadas de hormonas. Incluso la sexualidad puede sufrir consecuencias: deja de ser natural para convertirse en una suerte de "relación sexual de a tres".