A los 24 segundos del primer round, Sebastián Ceballos ya había rozado la lona con las rodillas. Le contaron hasta ocho y luego la escena continuó. Cuatro golpes después, el "Grandote" gestó otra aparatosa y poco creíble caída, ante la mirada de miles. Nadie podía creer lo que pasaba arriba del ring. El ruso Magomed Abdusalamov, tampoco. El cordobés radicado en Tucumán se dejó caer por tercer vez y cuando al asalto le quedaban 1.58 minutos, el árbitro decretó el KOT con el que el europeo estiró a 18 sus victorias, todas antes del límite.

Si bien el público lo despidió con una silbatina y los comentaristas de la transmisión oficial cargaron duro con el "Grandote", el cómplice de este papelón fue el programador, que subió al cuadrilátero a dos boxeadores con características físicas extremandamente distintas y expuso a Ceballos a una paliza catastrófica. Y pensar que el "Grandote" se ilusionó con llegar al tercer asalto. LA GACETA