"Aunque italiano de nacimiento, soy un arquitecto argentino, que vive y proyecta en la Argentina sin perder los lazos con la tierra de mi padre", mencionó al agradecer, a los 80 años, el título de doctor honoris causa en la Universidad La Sapiencia (Roma). Protagonista insoslayable de la creación plástica y arquitectónica de las últimas cinco décadas, Clorindo Testa falleció ayer a los 89 años. Su legado más visible es una serie de obras emblemáticas de Buenos Aires, como la Biblioteca Nacional, el Centro Cultural Recoleta y ex Banco de Londres. Alcanzó gran relevancia también en al arte plástico, y expuso sus obras en bienales y museos. 

Nació en Nápoles (Italia) en 1923 pero su familia se radicó en la Argentina, donde él estudió y conformó la primera camada de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (1948). 

Su trayectoria fue distinguida con numerosos premios, como el Primer Premio Nacional de Pintura del Banco Central, el Konex de Platino, el de Arquitecto de América y el Di Tella. Fue Doctor Honoris Causa de la UBA y Ciudadano ilustre de Buenos Aires. Formaba parte de la Academia Nacional de Bellas Artes desde 1976. 

Testa visitó Tucumán en reiteradas oportunidades, a menudo invitado por el Colegio de Arquitectos. El 14 de julio de 2000, por ejemplo, levantó polvareda cuando habló del principal patrimonio histórico de Tucumán. "La reconstrucción de la Casa Histórica es una falsificación. Es una maqueta, no una realidad. En ese ambiente no pasó nada", había dicho. Años después, el 18 de septiembre de 2004, señaló: "lo importante es que la arquitectura le sirva al hombre". 

"Todos los estilos responden al tiempo en el que se vive", dijo en la última entrevista que publicó LA GACETA Literaria, en junio de 2012. 

Ser curador del Pabellón Argentino en la Bienal de Arquitectura en Venecia fue una de sus últimas actividades. "Eligió hacer una especie de memoria de la arquitectura argentina desde los orígenes hasta el presente -destacó Magdalena Faillace, directora de Asuntos Culturales de la Cancillería-. Clorindo sumaba a su genio sencillez y calidad humana, una aleación muy difícil de encontrar. Su muerte nos ha conmovido a todos los allegados a la cultura. Fue un arquitecto de origen italiano, y aunque no se nacionalizó por una promesa hecha a su madre, siempre eligió ser argentino. Sus obras son incontables y nos quedan como modelo para recordarlo".


El ex Banco de Londres, una obra excepcional

"Son fundamentales, en orden decreciente: el ex Banco de Londres; la Biblioteca Nacional y edificios del Gobierno de Santa Rosa (La Pampa). Con esas tres obras ya era el número uno en Argentina. Tiene muchas más obras en la variante más posmoderna, como la ampliación de la Di Tella y el Buenos Aires Design (Recoleta) en que puede ser más discutible". Así lo señaló el arquitecto Alberto Nicolini, profesor consulto de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (UNT), quien agregó que las tres primeras obras corresponden al neobrutalismo moderno, es decir la última etapa de la arquitectura moderna, allá por los 60. "Además tiene una faceta muy importante como pintor. Sus obras son excepcionales, particulamente el banco, con unos alardes de estructuras colgadas de tensores, un espacio interior increíble y una muy buena inserción en la ciudad. Cuando se hacía una lista de monumentos mundiales sólo figuraba esta obra", dijo.