Los ánimos estaban caldeados desde un principio, cuando se concentraron en la esquina de San Martín y avenida Alem. Era la segunda movilización organizada por los vecinos de Tafí Viejo en reclamo de mayor seguridad y la cantidad de asistentes triplicaba a la del jueves. En aquella oportunidad, el jefe de la Unidad Regional Norte, comisario Guido Salas, se había comprometido a recibirlos ayer junto a sus superiores. Pero eso no sucedió.

"Esta mañana llamó gente de la Policía a mi casa para pedir que nos reunamos con ellos a las 19 y evitemos esta concentración", vociferó a través de un megáfono José Antonio Zaife. Y ese fue el puntapié para que la concentración se traslade a la comisaría.

La columna de gente marchaba por la avenida, impidiendo el tránsito vehicular en sus dos manos. Entre el estruendo de cornetas y redoblantes, sobresalían carteles bastante más elaborados que los de la semana pasada. Los caminantes eran de todas las edades: niños, adolescentes, adultos y varios abuelos que se desplazaban con esfuerzo en reclamo de "una vida tranquila". "Si hoy no tenemos un sistema de alarmas ni andamos con un gas pimienta en la cartera, no podemos vivir", se quejó Silvia Alderete.

Dos cuestionamientos se escuchaban a viva voz y aplaudidos por todos: "¿dónde está la Policía?" y "¿dónde está (Javier) Pucharras?", en alusión a la ausencia del intendente. Otro taficeño sostenía una pancarta donde preguntaba por las cámaras de seguridad que anunció el municipio y nunca se instalaron. Al intendente también le reclamaron que colabore con la Policía. "Deberíamos exigirle que esté acá y que mande personal administrativo para que trabaje en la comisaría porque uno va y nunca hay quien nos tome las denuncias", reclamó Patricia Quinteros. LA GACETA intentó comunicarse con el intendente pero no pudo hallarlo.

Cuando llegó a la comisaría, la multitud inundó los jardines y la vereda del acceso al establecimiento policial. El comisario Salas los esperaba en la puerta para comunicarles cuál era su propuesta. Pero los manifestantes no querían volver a conversar con él, sino que los reciba el jefe de la fuerza, Jorge Racedo. "¿Por qué no está aquí?", le recriminaron a Salas. Pero la respuesta no hizo más que enardecer a los vecinos. "El jefe está en un allanamiento por un robo a un country", respondió. Parecía imposible calmar a los manifestantes después de esas palabras.

Entonces comenzaron a llover los reclamos. La gente les abría paso a los vecinos que querían contarle al comisario, cara a cara, las distintas situaciones que les había tocado padecer. "En diciembre me robaron y hace 15 días me volvieron a robar. Siento mucha angustia porque en mi casa somos gente de trabajo", le dijo Patricia Solórzano con voz temblorosa y entre lágrimas.

Luego le siguió Mónica Medina, una enfermera taficeña. "El otro día iba a trabajar a las 7 de la mañana y me asaltaron para robarme la cartera, fui a la comisaría de Villa Obrera y me contestaron que espere a que el oficial termine de desayunar para que me tome la denuncia. Tuve que venir a la Regional a quejarme del mal trato", le recriminó la mujer.

El jefe de la Regional Norte escuchó con calma y paciencia cada uno de los testimonios. Pero la gente estaba cada vez más enojada. "Todos ustedes policías saben quiénes son los delincuentes y ustedes también tienen hijos ¿no piensan que a ellos les puede pasar algo así mañana?", gritó uno de los vecinos.

Más patrullas

En un intento de retomar el diálogo, otro de los taficeños tomó el megáfono y le pidió a Salas que anunciara su propuesta. Con la ayuda del jefe de la comisaría local, Walter Álvarez, le detallaron a la multitud cómo redistribuirían al personal de manera que pudieran abarcar todos los puntos de la ciudad, ya sea en un móvil policial o a pie. "Es un plan de trabajo para tratar de neutralizar la ola de delitos de la que habla la gente", le dijo Salas a LA GACETA.

Los vecinos no se conformaron con la respuesta. Pero después de mucho protestar, le dieron su voto de confianza a la Policía. "Si ustedes nos ayudan, nosotros vamos a estar del lado de ustedes. Pero queremos salir tranquilos", le manifestó un joven a Salas. Y, antes de retirarse, los vecinos les hicieron una advertencia: "los vamos a estar monitoreando".


Varias dependencias para 50.000 habitantes

El departamento de Tafí Viejo es el tercero en cantidad de habitantes de la provincia, según el censo 2010. En la ciudad viven 50.000 personas.

Dos comisarías hay en la ciudad, una ubicada en el centro y la otra en Villa Obrera. Existe una Patrulla Motorizada y está la sede de la Regional Norte.

Del municipio también dependen las 5.000 casas del barrio Lomas de Tafí, que también tiene comisaría. Los vecinos dicen que la Policía no patrulla las calles.