NICOSIA.- El banco central de Chipre impuso ayer un límite al retiro de efectivo de 100 euros diarios en los cajeros automáticos de los dos mayores bancos chipriotas, a fin de evitar una fuga de capitales de la isla.

Un portavoz del segundo mayor prestamista del país, el Banco Popular de Chipre, que hasta ahora había limitado esta cifra a 260 euros, indicó que la nueva medida estaría en vigor hasta que vuelva a abrir sus puertas, algo previsto para el martes, o hasta que se confirme que seguirán recibiendo financiación de emergencia del Banco Central Europeo.

Un funcionario gubernamental, que habló con la condición de no ser identificado, aseguró que la medida se aplicaría a todos los bancos de la isla, una decisión que llega mientras en Bruselas se negociaba para conseguir un acuerdo de última hora que evitara el colapso financiero de Chipre.

Los ministros de Finanzas de los 17 países del euro celebraban una reunión después de las negociaciones con el presidente chipriota, Nicos Anastasiades, que acudió a la capital comunitaria con "una tarea muy difícil" si quiere salvar la economía de la isla mediterránea, dijo un portavoz gubernamental.

Ultimátum

Chipre afronta un ultimátum planteado por el Banco Central Europeo de cesar la financiación de urgencia a los bancos chipriotas si no llega a un acuerdo para un rescate con la Unión Europea, pero las negociaciones en Nicosia con la UE y el Fondo Monetario Internacional quedaron rotas el sábado por la noche sin que hubiera resultados positivos. Tras el final de las tratativas, el Gobierno chipriota sacó un comunicado en el que afirmó que "las negociaciones están en una fase muy delicada", y que "los plazos límite son muy ajustados".

El tono del comunicado difería notablemente de anteriores expresiones de cauto optimismo durante unos días de intensas negociaciones entre los políticos chipriotas y responsables de la 'troika' de prestamistas internacionales -la UE, el BCE y el FMI-.

El sector bancario chipriota, excesivamente grande, se ha visto golpeado por su exposición al país donde comenzó la crisis de la deuda, Grecia, y la UE dice que la isla del Mediterráneo oriental debe conseguir 5.800 millones de euros para recibir un rescate de 10.000 millones.

Si no hay un acuerdo antes de este lunes, el BCE dice que suspenderá la financiación de emergencia de los bancos chipriotas, provocando su colapso y probablemente forzando la salida del país de la Eurozona.

El presidente Anastasiades, que apenas lleva un mes en el cargo, afronta la crisis más difícil a la que se ha enfrentado Chipre desde que en 1974 fue invadida por el Ejército turco, causando la división de la isla.

En un intento de conseguir los fondos solicitados por Europa, las autoridades chipriotas aceptaron un impuesto sobre los depósitos bancarios superiores a los 100.000 euros, un cambio drástico de opinión respecto a la de hace cinco días, cuando el Parlamento rechazó una propuesta parecida calificándola de "robo bancario".

Manifestación

Por otro lado, varios cientos de manifestantes se congregaron anoche ante la oficina de la representación de la Unión Europea (UE) en Nicosia, a fin de repudiar lo que consideran una imposición de recortes desde Bruselas.

La protesta fue convocada por el partido comunista AKEL, el partido socialista EDEK y la organización sindical de izquierda PEO.

Algunos manifestantes gritaron: "no seremos los esclavos del siglo XXI". Otros corearon: "los trabajadores no pagarán los errores de los bancos". También se gritaron consignas contra la canciller alemana, Angela Merkel..

La policía indicó que la manifestación se desarrolló durante unas dos horas, pero que transcurrió en forma pacífica. (Reuters-DPA)